domingo, diciembre 25, 2011

Momento de meditación.

Es un gracioso momento propicio para el desahogo, para ir de a poco, palabra por palabra sacando emociones, sentimientos cruzados, confesiones, satisfacciones, y todo lo que de alguna manera no ha afectado durante el año.

Qué mejor que hacerlo en una noche donde la fiesta más intima del año fue ayer, donde el día estuvo dedicado a otra cosas como hablar con la familia y pasar tiempo juntos. Es un momento en que se valora lo que se tiene y lo que se ha conseguido.

Podemos apreciar lo afortunados que somos y que a pesar de la adversidad que planteó el año no estamos vencidos ni mucho menos, sino que estamos en pie y listos para enfrentar lo devenires del año próximo.

No quiero hablar de propósitos por el momento, no porque no los tenga, sino porque me tengo que decidir por uno, para procurar cumplirlo. No sé como evaluar el año que acaba, al final creo que termina siendo bueno.

Pues cualquiera diría a simple vista que soy muy afortunado. Toda vez que no se presento una eventualidad fatal, si hubo problemas muy graves como el de mi hermana, problema que dista mucho de estar resuelto y que a lo largo del año que viene se pondrá peor.

Pero también con el año que entre inicio proyectos sólidos que abonaran en mi futuro, claro siempre y cuando lo alcance, pero será un año lleno de retos, de proyectos y esperemos que de éxitos. No quiero aventurarme a desvelarlos, pero puedo iniciar con uno solo, el año que viene en enero comenzaré la carrera de Derecho en modalidad abierta en la UNAM, y bueno siento cierta emoción por ello, estoy seguro que de conseguir mi objetivo en 2016 estaré consiguiendo el titulo, y una nueva perspectiva labora, que me permita salir de tantas estrecheces.

Pero eso es adelantarse mucho primero lo primero que es culminar el primer semestre de la la mejor manera posible, que será por el mes de mayo.

Luego esta el proceso electoral federal en el que de nueva cuenta estaré de representante ante el consejo distrital del IFE del PAN.

Ya en el plano pasional, pues no sé, este año no tuve ningún tipo de relación y recuerdo que en este espacio le halla dedicado algún mensaje a alguien en especial, no sé como vendrá el año, de todas formas no hay mucho que pueda hacer.

En cuanto a las cosas buenas que ocurrieron en este agónico 2011, fue el nacimiento de mi sobrino Leonardo a quién adoro, y al cual parece estoy consintiendo demasiado.

Es lo más bonito para sus padres, y que puedo decir lo que Leo significa para mi hermano y mi cuñada, es su vida.

Al final el balance no sale tan mal, quizás muchos de los proyectos fracasaron, otros ni siquiera vieron la luz del día, pero podemos decir que lo positivo supera los malos tragos. Tengo a mi familia cerca, y están bien de salud que es lo importante.

El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños.

 

Eleanor Roosevelt (1884-1962) Defensora de los derechos sociales, diplomática

 

nublado tres

 

domingo, diciembre 11, 2011

Es una noche de recuerdos.

Algunas canciones me remiten a otro lugar y otro tiempo, un lugar un poco más cálido, con un tiempo muy condescendiente. Supongo que con la madurez los recuerdos comienzan de a poco a cobrar fuerza, a ir y venir, tomando el control, en especial en las noches como esta donde parece que nadie más esta dispuesto a interrumpirte.

Es un momento de esos donde quieres echar un vistazo al viejo álbum de fotos donde estas retratado con los amigos de la juergas y las pintas de la escuela, en donde quieres recordar el nombre de los compañero de pupitre de la escuela, al cual recuerdas hasta las facciones de la cara pero no el nombre, si quizás el apodo, pero el nombre sigue negándose. No pasa lo mismo con los nombres de los incondicionales, de aquellos que te acompañaban a todas partes, con los que fuiste descubriendo el mundo, y encontrando algunas respuestas, quienes te planteaban desafíos estúpidos, que pese a la resistencia inicial terminabas cumpliéndolos.

Es una noche para los recuerdos, pues mañana el presente se impondrá con su a veces asfixiante urgencia, pero por ahora dedicare un poco más a los recuerdos, a los buenos, a las anécdotas, se dice que se suele idealizar los recuerdos, y debe ser así nuestra mente llena los espacios vacios siempre lo mejor que puede, aunque algunos detalles me parece estarlo experimentando mientras escribo, y recuerdo ese verano con un calor esplendido recorriéndome el cuerpo, con la playa frente a nosotros esperando a que la tomáramos.

Recuerdo los viajes juntos, las emociones vividas, recuerdo su olores, sus cuerpos, sus rostros, sus risas, sus suspiros, sus sueños, sus bromas, sus chistes, su miedos, sus ruegos.

Algunos amigos ya no están, han emprendido el viaje, los recuerdo, Javier tenía 22 cuando murió, y Odilón 32, circunstancia diferentes, para Javier la vida se acabo sin aviso previo, en un trágico accidente, murió ahogado, con mucha energía para vivir, con unas ganas inmensas de comerse al mundo, con una espiritualidad a toda prueba. Hay ocasiones que pienso que en cualquier momento cruzara la puerta y a gritos me llamará, para vayamos a algún lado.

Con Odilón la muerte le aviso en forma de enfermedad, letal, un tumor en el cerebro acabo con aquel joven fuerte y valiente, siempre fue un buen deportista, un buen amigo, y fue un buen padre, hoy les recuerdo con mucho cariño, porque es una noche donde me permito traerlos por un instante a mi presente, con la música que escuchábamos juntos, o separados pero que marcho los momentos de nuestra primera juventud.

No se como sería esta noche si no se hubieran ido, quizás estaría a solas como hoy, pero al menos tendría el consuelo de que ellos están en algún lugar de juerga o con sus familias.

Esta noche se esta llenando de recuerdos, de nostalgia, de momentos, y de emociones que yacían en algún lugar escondidas y que las notas de una canción han sacado de su letargo, para sentirme un tanto desorientado, pensando en los pasos que voy a dar, sobre los que ya he dado, viendo el horizonte desde este lugar que es mi presente, tras de mi hay muchas emociones vividas, frente a mi nos se cuantas me queden por vivir, lo importante es que quiere vivirlas, que quiere que en otra noche como estas más a delante rememorar el camino, lanzarle una sonrisa a los amigos del pasado, saludar y apapachar a los del presente, y esperar seguir con ellos en el futuro.

Si es una noche para recordar, para pensar en el amor de juventud, en la ingenuidad y la emoción con la que se daban esos besos, algunos furtivos, otros tímidos, otros más pasionales, besos que se pierden en el tiempo y que se quedarán ahí para despertar sonrisas, para alimentar la calidez del alma, perduraran en algún lugar del tiempo y de la memoria.

Está noche puedo sonreír, echando un vistazo a lo que fue el ayer.

 

jueves, diciembre 08, 2011

De cuando el pasado se hace presente en una llamada

Ayer me ha llamado la mujer por la cual hace un año deliraba, por quien me emocionaba hasta lo más profundo de las entrañas, con quien me involucre de a poco y a la que prometí esperar.

Al final el tiempo me ha vencido sin contemplaciones, si bien no deje de sentir emoción y gusto por la llamada, lo cierto es que fue la confirmación de lo que sospechaba; lo que sentía por ella hace un año se ha ido o mejor dicho se ha transformado.

Me sigue importando ni duda cabe, solo puedo tener gratitud hacia ella, solo puedo tener bienaventuranzas, buenos deseos; pero ya no las ganas de tenerla irremediablemente en mis brazos, ya no aquella desesperante necesidad de besarla, ya no esa inmensa alegría por verle directo a sus hermosos ojos.

No siento esa necesidad de salir corriendo a su encuentro. Desconozco el motivo que la insto a llamarme, pero que bueno que lo hizo, me dio un gusto enorme escucharla y saber que todo le va bien, que esta con su familia y que estaba en la ciudad, me dio gusto saludarla y escuchar su voz, renovar esa voz que esta alojada en mi mente y que evoca los más hermosos recuerdos.

Me queda un tanto más claro que lo nuestro tiene su lugar en el pasado, en el ayer, en hace un año, que el hombre de hace un año la quiere entrañablemente, y que el hombre que ahora mismo escribe estas líneas a un año de distancia, la sigue queriendo, la sigue respetando, la sigue pensando, las sigue admirando; pero ya no de la mismo forma, ya no con ese ahínco, esa pasión, ese envilecimiento, con ese amor, el cariño a mutado a algo más sereno, profundo, pero no pasional, más tendiente a la amistad.

Agradezco su llamada, su interés, y se me paso decirle que sigue contando con un amigo, que lo que hubo entre nosotros es de lo más bello de mi pasado, que le debo mucho, y que no puedo menos que estar dispuesto a  a ser de ella un buen amigo.

Muchas gracias Señorina……