sábado, diciembre 18, 2010

Tiendo a la depresión.

Soy un tipo que tiende a la depresión, un padecimiento que va perdiendo gloria, pues ya se esta volviendo más rutinario y común que un resfriado, y ya nos están chic decir, soy depresivo, ni tan poético, aunque no tiene el menor rastro de poético no querer saber nada de la vida, y entregarse por completo al más terrible de los letargos, no es algo que quisiera repetir, aunque se que irremediablemente en algún momento me sentiré mal, y volverán los días llenos de oscuridad, mientras tanto, disfrutaré un poco sonriendo, y soñando.

Ojalá escribir me sirva de algo, por lo menos a pasar la horas con menos zozobra, con algo para hacer, el trabajo que implica esforzarme por encontrar palabras, y que estas estén los menos mal escritas posible, pensar en los errores en su utilización, en lo pobres que son, en como una y otra vez las reciclo para repetir la misma idea, para darle vueltas a algo; pero creo que ya estoy divagando, quizás mi mente en un acto de sobrevivencia me obliga a poner mi atención en otras cosas, pero no por ello dejo de sentir que me hace falta, esta es una confesión escapada del alma, interpuesta por mi mente, que se ha dejado envolver por su imagen, y es inevitable ni siquiera en medio de una disertación sobre la escritura pensar en ella (mi bella señorina). Pero sacar su recuerdo entre líneas, me ayuda, como que libera cierta pesadumbre, aunque no estoy escribiendo para ella, quizás algún día lea esto, por lo menos que quede como referencia, lo mucho que la quiero.

No sé que va a pasar si uno de estos días me da un adiós definitivo, que signifique el veredicto final de nuestra relación, no se hasta donde me lleve mi depresión, por ahora trato de no pensar en ello, pero espero, que las letras me salven un poco de esa terrible condena.

A ella puedo decirle casi todo.

Podemos hablar de muchas cosas, somos cómplices de nuestras intimidades, solo que hay cosas que omito decirle, pues se que no estoy en posición de exigir nada, no se como decirle que me duele que parta con el, con su pareja actual; hoy le llamó para que se fueran, y no pude dejar de sentir una enorme incomodidad, se que hizo un esfuerzo enorme por estar conmigo, pero me dolía saber que se reuniría con el, pese a que se que no esta a gusto con el; de otra forma no estaría conmigo. Me es inevitable sentir celos, como cuando alguien la abraza, y la verdad no se que hacer con esto que me pasa, no me gusta sentirme así, en lugar de estar contento con verla, el hecho de esa llamada cambio mucho de mi animo, sentí que acorto su estancia, pero quererla requiere sacrificios, y por tenerla unos instantes no queda más remedio que aceptarlos.

Que rara sensación me cubre ahora, no se que sea, si es el proceso de enamoramiento producto de una hormona, una sustancia que libera el cerebro como la oxitócina , o que otros procesos se estén desencadenando en mi organismo, a mi me abraza la idea más cursi y romántica de que se trata de algo más que un proceso químico o neurológico, disfruto sobre manera la idea de un alma, que se regocija o se estruja, de un encuentro en el tiempo, como no hay otro, algo que sobre pasa mi propia existencia y mi primate entendimiento, algo que se alberga en ese musculo refinado que sostiene mi vida a base de contracciones y dilataciones, me gusta la idea de que alberga algo más que células cardiacas, me dejo seducir por la idea de que es capaz de albergar mis emociones, mis sentimientos, mis recuerdos, mis secretos, mis confesiones más intimas, quiero que mi musculo cardiaco sea el refugio final donde moren nuestros encuentros, donde viva espléndidamente tu hermoso recuerdo, te quiero a ti habitando entre todo lo que alimenta mi cuerpo y me mantiene vivo, te quiero llevar en mi, cargar con tu recuerdo, y no olvidarte, sino hasta que cese su jornada, y aun a pesar de su descanso, que tu recuerdo halle un refugio en la esquina más cercana, y ahí moren finalmente en le borde del tiempo nuestros besos, nuestros amorosos encuentros.

Porque no puedo decirle: "Señorina ya no te vayas".

domingo, noviembre 07, 2010

Escribir como trabajo, como deleite o como salida.

Escribir podrá ser un trabajo un deleite, o una salida; un trabajo si se tomara como la disciplina oficiosa de una persona que se levanta religiosamente a escribir, sobre la vida, la de el la de otros, sobre lo que ve, lo que piensa, lo que entiende, y lo que siente, si esta persona siente lo que escribe, entonces el trabajo ya no lo es tanto, las hojas por llenar no le perturban, pues le gusta llenarla, disfruta las palabras, el surgir paulatino de cada una de ellas, y como juntas van creando lo que el en un principio quería, aunque no de manera exacta, a lo que imagino en el origen.

Pero también esta quien escribe, como salida, para expresar lo que siente, sin la rigurosidad del trabajo disciplinado, y hasta prescindiendo del deleite, escribe por que se le apretuja el alma, porque los siente, porque sabe que tiene que hacerlo, porque las palabras se la aglomeran en le pecho y cada vez se lo oprimen más, solo escribiendo las puede liberar, y aliviar en algo la presión sobre su pecho.

Hay ausencia de deleite, pero hay cierta satisfacción, debido a un proceso de liberación, paulatino el cual deja respirar un poco más, que es como un grito plasmado en un trozo de papel, grabado en una piedra, o colgado en la internet, no importa el medio, lo importante es la liberación de la idea, el grito o el sueño.

 

 Rudyard Kipling, narrador: "Las palabras constituyen la droga más potente que haya inventado la humanidad."

viernes, noviembre 05, 2010

Los culpables son tus besos.

Fueron tus besos los que me animaron a escribir esas líneas, que hoy tanto me agradeces, te las merecías desde siempre, por la divina mujer que eres; mi función se a limitado a la de un narrador, solo he escrito lo que veo en tu mirada, y ni siquiera lo he logrado de manera satisfactoria, no me he acercado a describir la belleza que encuentro en tu mirada, ni puede explicar la emoción de tus beso, mucho menos escribir de ello, no se como explicar la infinita satisfacción de tenerte cerca, de poder tocarte, de poder besarte, no puedo describir lo hermoso que es tenerte por lo menos unos instantes, en nuestras escapadas, en nuestros santuarios escondidos, los que nos pertenecen, en donde puedes estar para mi, sin temores.

Ahora estamos frente a las consecuencias de nuestras acciones, sin otro remedio que enfrentarlas, bienvenidas sean; las enfrentaremos al amparo de nuestros besos, con la fuerza que hace temblar a nuestros corazones, con la fe y la esperanza que se genera al calor de los amantes, vivamos las consecuencia tomados de la mano vida mía.

Mi bella señorina

martes, octubre 26, 2010

A veces solo hay que escribir

Muchas cosas se dejan de hacer por el peso de la obligación, cuando lo que haces solo estas dispuesto a realizarlo porque tienes que hacerlo, algo muy importante se pierde en esa sensación de hacer las cosas por obligación o por interés, muchas veces me he limitado para escribir, por varios motivos, no entiendo el porque de esta auto restricción; aunque puedo relacionar que cada vez que me detuve para no escribir, era pensar a quien le podría importar lo que escribo.

O si lo que escribo corresponde al algún tema interesante que a algún desconocido le proporcione un servicio, otras tantas me preocupaba sobre manera la calidad de lo que salía en las líneas que se iban construyendo palabra a palabra mientras pensaba en que cosas plasmar en ellas.

¿Que quiero darle a quien me lee?, no lo se, y menos aún en este momento en el que escribo, pero pienso que no estoy pensando en este momento en quien me lee, o me leerá, no más bien estoy pensando egoístamente, porque estoy escribiendo para mi, para sentirme mejor, porque desde que no lo hago siento un vacio que no alcanzo a llenar, ni con las agobiantes jornadas de trabajo, un trabajo abrumador y absurdo que no tolero en lo más mínimo, pero que en el por desgracia no tengo otra elección que la de continuar en el.

Necesito del dinero que me representara en unos meses, y ni modo; sin embargo por muy aborrecible que sea mi actual empleo, no puedo imputarle la culpa de todos mis males, aunque en ocasiones parece muy sencillo hacerlo, mucho antes de la justificación de la falta de tiempo por el trabajo, había dejado de escribir, y eso se nota de manera horrorosa ahora mismo, cuando necesito hacer un sobre esfuerzo para tratar de dar con las palabras adecuadas, ellas no fluyen más con naturalidad, pareciera que estuvieran estancadas, he ignoro de que clase sea la barrera que interrumpe su habitual caudal.

Estoy padeciendo de un estancamiento, no solo de las palabras, sino de lo que detrás de ellas se esconde, esas exquisiteces de la mente llamadas ideas.

También me siento estancando en otras áreas, y me parece por todo lo que llevo escrito estar sumergido en una especie de crisis, o en su umbral, lo cual es preocupante, porque significa que las cosas pueden empeorar, pero a la vez estoy a tiempo de detectar ¿que diantres es lo que esta mal?.

No estaría aquí escribiendo sobre esto, ni deliberando sobre lo que me aqueja, si hubiera decidido desistir de escribir, renunciar a ello, hubiera sido renunciar a la reflexión, al desahogo, a la fluidez, algo de los estancando esta fluyendo por fin, y la corriente se esta encargando a aun paso somero, de llevarse con ellas muchas de las cosas que se estaban pudriendo en ese lugar. Las ideas muertas avanzan inertes y flotando sobre una corriente completamente oscura, alimentada por pequeñas pero numerosas corrientes de pensamiento atroces y lúgubres, que a ultimas fechas caen copiosamente, anegándolo todo, y dejando escaso lugar para ideas más benévolos.

Afortunadamente fluye todo ahora, estoy seguro que el paisaje de mi mente no podrá volver a ser como fue. Como no a regresado a ser como en un principio lo fue, y que bueno, aunque hay algunas cosas que se pueden echar de menos, lo mejor siempre esta en la transmutación, en la evolución, en la fusión que ahora mismo se esta realizando en mi mente, en esa formidable promiscuidad de ideas mezclándose entre si, y dando lugar a nuevas ideas, malvadas, benévolas, egoístas, sensacionales, ridículas, efímeras, enfermas, caducas, vitales, trascendentales, sencillas, opacas, translucidas, desafiantes, arrogantes, ambiciosas, generosas, rentables, amables, valientes y cobardes, de todo tipo, chocando unas con otras, todo ello sobre la corriente oscura que lo inundo todo en un momento, y que me hizo olvidarme por unos días de quién soy yo.

O quizás no quiero reconocer lo que en realidad soy.

sábado, septiembre 25, 2010

No lo entiendo

¿Qué es esto que se me presenta hoy?

No lo entiendo del todo, no lo se, no tengo la menor idea de lo que sea, trato de esgrimir alguna explicación, pero no la encuentro, ¿qué será?. A caso el influjo sobre dimensionado de Júpiter en mi azorada cabeza, o no tengo que ir tan lejos, para explicar lo que aquí mismo ocurre.

Serán el producto de todos estos días de pesadumbres, de lúgubres elucubraciones, e imaginarios nefastos; mi optimismo se ha alejado, quizás ande en la búsqueda de pretextos nuevos, algo que justifique las sonrisas que inconsciente emito.

Las sonrisas de autenticas y fehaciente las doy solo contigo, esa es tu suprema facultad en este momento, el de hacerme sentir verdaderamente vivo; y esto es lo que en resumidas cuenta me preocupa.

No quiero renunciar a mi grata soledad, pero admito que cada día me es más grata tu presencia, y que tus ausencias las soporto menos.

Al menos por un tiempo quiero estar a tu lado, e intentar acomodarme a ti.

cita

Será mejor dejar la explicación por un lado, arrojarse a lo que se siente, y encomendarle al corazón que se haga cargo de ahora en adelante, he llegado al punto en el que no quiero saber a detalle lo que me pasa, mientras me plazca permanecer a tu lado.

Arrojémonos sin pensarlo, y comencemos este recorrido juntos.

Sin detenernos a tratar de entenderlo.

Estoy viviendo la ausencia de la razón y lo estoy disfrutando enormemente.

Unas palabras sin otro afán que decirte “guapa”.

Algunas cosas nos deslumbran, la belleza tiene esa facultad, la de eclipsarlo todo y quedar extasiado por su luz la cual no molesta a los curioso ojos, al contrario la pupila obediente se dilata para captar la mayor cantidad de hermosura que le sea posible; y el corazón, ¡que manera de sublevarse!. Comienza su loca carrera por enviar sangre a cada rincón del cuerpo, alertado por tu belleza, con el único fin, de tratar a como de lugar, alertar al cuerpo, para que sea consciente de la hermosura que tiene enfrente. Todo esto en un brevísimo e imperceptible espacio de tiempo, el mismo en que cabe un pestañeo.

Esto y más sentí hoy al verte, un arrebato invadió mi mente, pero no sucumbí ante el, triunfo mi cordura una vez más (admito que no se si esto sea bueno o malo), la razón detuvo al instinto, porque de otra forma te hubiera saltado encima, hermosa mía.

Apenas y miraste al llegar, no recuerdo lo que dijiste, ¿quién puede poner atención? Incapaz de reaccionar con tus palabras, apenas y pude corresponder a tu sonrisa.

No vuelvas a tomarme por sorpresa linda, no te atrevas a darme más gustosos sobre saltos, la próxima, no me tomaras sin el verso exacto para calificar tu belleza, para decirte guapa de una y mil formas, para rendir homenaje a tu hermosura, para estar a la altura de tu dulzura, para arrebatarte una sonrisa plena, para tratar de acercarme a describir el poder de tu mirar.

Ya ansió el momento de encontrarme con el poderoso influjo de tus ojos, y deleitar mi tenaz mirada en la curvatura de tus formas, quiero recorrer tu cuerpo con la mirada deleitar me con la vista que se descubre ante mi, quiero que el corazón se me acelere mientras recorro suavemente el encanto de tus formas, quiero pasearme por tus pechos y tus nalgas, y detenerme un poco en tu cintura.

Ya quiero verte ¡hermosa!.

sábado, septiembre 11, 2010

Mi razón destrozada

Los despojos de mi razón convertidos en piezas sin forma precisa aunque algunos guardan cierta regularidad, yace mi razón necia, ahora comenzará el proceso de ser olvidada, una vez destrozada ya no queda esperanza, sus partes son acogidas por el viento, revoloteada, se entre mezclan, pero ya no importa, ya no nada.

No reivindican ideas, sueños, añoranza, enseñanzas, o experiencias, solo son fragmentos de lo que fue, de lo que constituyo laguna vez la vaga idea de una explicación de la verdad.

Todo lo que me queda es mi razón destrozada, ahora también pisoteada, por la demencia, en colusión con la más terrible de las ignorancias, la autoalimentada. Sin mi razón he dejado de existir, me limito a mantener la funciones bilógicas básicas; ya no puedo afirmar que existo, ni imaginar, ni prever, puedo moverme, caminar, besar, todo esta en mis recuerdos, en esa parte intacta de mi memoria, solo que ya no significan nada.

No puedo discernir, entre el ayer y el mañana, y menos anticiparme a algo, ni esgrimir la estrategia para lograr algo. Mi razón yace destrozada junto a mis recuerdos intactos. Y ninguno de los dos es algo.

Fragmentos de lo que fui, ahora se esparcen por el espacio.

martes, septiembre 07, 2010

Te Quiero

Te quiero grandísimo cabrón, porque aprendía hacerlo, no el patio de una escuela saludando a la bandera, sino en el ánimo de toda esa masa que se considera tu pueblo.

Te quiero por todo lo que eres con todo lo que tienes, no sé muy bien porque.

Te quiero a pesar de no saber desde cuando, pero si hasta cuándo; me enamoran tus colores, algunos de tus olores, y lo poco ordinario que eres.

Te quiero, hasta cuando te detesto; hay cosas de ti que me disgustan, pero me ofreces la oportunidad de entenderlas.

No me gusta tu pobreza, porque es el reflejo de nuestra incapacidad, pues tu ofreces generoso como siempre, la oportunidad de cambiar nuestra estrella.

Detesto la injusticia que se vive en tu suelo, la que deja en el desamparo a millones de tus hijos, con la mirada clavada en otro lado, en algún lugar donde la esperanza resida.

Te quiero porque aquí mismo le das acogida a nuestras banales esperanzas humanas.

Te quiero, porque te niegas a tomar una forma determinada, un único rostro, una única creencia, una única razón.

Te quiero en medio del desmadre que tenemos ahora, te quiero hasta la madre.

Te quiero a pesar de que nos quieran borrar la sonrisa a putazos, a balazos, o estallidos de granada.

Te quiero porque siempre hay la oportunidad en tu seno de arreglar tanto puto desmadre.

Te quiero, así nomás, sin razones, ni alusiones, aquí estoy amándote de manera irracional, sin que seas algo, pero siendo lo que amo.

Te quiero, sin saber en qué momento lo aprendí, quizás cuando supe que todo lo que soy, lo que recuerdo, lo que he amado, está en ti.

Te quiero, porque te conocí en los labios de María, en los senos de Juana, y los suspiros de Hortensia.

Te quiero, porque amo a como sabes en una quesadilla de huitlacoche, o en una tostada de pata, bañados en salsa verde.

Te quiero a pesar de que no me gusta tanto tu cerveza, pero aprecio inconmensurablemente tu mezcal, tu tequila, y el vino de Baja California.

Te quiero en una tarde nublada de verano en mi sierra poblana, te quiero cuando la neblina cubre mi patria chica de nombre Zacapoaxtla.

Te quiero por tu historia, por la que nos han decidido contar, sobre todo por esas millones de historias no contadas, y que tú conoces.

Te quiero por todos los pasos que acumulas en cada jornada, por los sueños que alimentas en cada amanecer, en esas interminables madrugadas.

Te quiero en medio de una noche de velada, con los amigos, en rededor de una mesa repleta de alcohol, sumergida en nube gris de humo de cigarros.

Te quiero por esas noches de trova, con amigos y con extraños.

Te quiero por lo que será, de ti de mi y de todos.

Te quiero, por ser testigo de cómo tus mujeres se liberan, marchan altivas a su destino, y se transforman en la fuerza creadora de tu destino.

Te quiero por los besos arrebatados a una de tus dulces criaturas.

Te quiero cuando provocas que suenen las cuerdas de una guitarra, la trompeta de un mariachi, el arpa de una bamba, o el violín tocando un huapango.

Te quiero cuando alguien se atreve a cantar con emoción, sin importar lo malo de la canción o su ingrata afinación.

Te quiero, cuando se avientan a cantar el rey.

Te quiero aunque no sepas ni mi nombre.

martes, julio 27, 2010

Al final gas y polvo

Solemos regodearnos de nuestras diferencias, de lo especiales que somos, de los singular de nuestra cultura, de nuestra nación de nuestra raza, de nuestra especie.

 

Sin embargo el ADN se encarga de derribar toda nuestra arrogancia, reduce a cenizas nuestra idea de singularidad, no somos muy diferentes a las otras especies con las que compartimos la tierra, nuestra estructura molecular es a base de carbono, como la de todos los seres vivos, y nuestra estructura celular esta regida por las mismas leyes que tienen que cumplir las células de una lagartija, de un gusano, de una cucaracha, de un delfín de un sapo,y por supuesto de nuestros primos los primates.

 

¿Porque nos seguimos topando con pequeñeces?. Parece que no queremos reconocer todo lo que nos vincula con el mundo, con el sol, y con todo el cosmos, ni siquiera somos capaces de reconocer el enorme vinculo que tenemos como seres humanos, y buscamos afanosamente encontrar diferencias que reivindiquen la idea arrogante de la superioridad con respecto al otro.

 

Hay una enorme necesidad de superar estas ideas, lo requerimos para garantizar un poco tan solo el futuro, pues ni aunque nos empecemos a llevar armoniosamente mañana o al rato, siempre esta la posibilidad palpable de encontrar nuestra extinción en cualquier momento; lo que espero es que no sea producto de nuestra propia estupidez.

 

Tenemos que recordar que no somos más que gas y polvo.

Todo lo que nos integra, se formo en el centro de una estrella, ahí se construyeron los átomos que unidos construyen lo que somos, en esa armonía sucede otra creación, la de las ideas, la comprensión y la imaginación, y al final, volveremos  a ser gas y polvo.

 

viernes, julio 09, 2010

Una charla en el tiempo.

Esta noche hablamos de lo que no fue, de la posibilidad de haber escogido otro rumbo, de las coincidencias del destino, de lo que no dejamos que pasara, de lo que ha pasado desde entonces por esa causa.

 

No entiendo del todo, solo se que paso, que el tiempo y la tecnología nos han permitido hablar de ello de nueva cuenta, cuando creíamos que eso ya no importaba, cuando en un instante nos fue imposible seguir fingiendo que el pasado ya no importaba, de repente los recuerdos se agolparon uno sobre el otro, y se precipitaron en una caída inevitable.

 

El pasado esta entre nosotros, como siempre, aunque creamos que lo dejamos a tras, la verdad, nunca lo dejamos; ni siquiera en este instante, ni ahora dejamos de estar en el pasado, pues el presente es tan efímero que se nos desvanece entre las manos, sin que podamos darnos cuenta, sin que podamos hacer algo por evitarlo.

 

Es el pasado que pudo ser, es el que nos atormenta esta noche, el que nos mantiene con la mirada fija al techo imaginando posibilidades construyendo destinos, y reinventando historias.

 

Eres el recuerdo de todo aquello que no me atreví a hacer, eres la memoria de todo lo que por miedo evite, eres la constante memoria de lo que deje pasar, por tener la mirada perdida en el suelo, y las expectativas clavadas al cielo, eres la mejor parte de mi existencia, esa que fue sincera, eres el momento en que entendí que era mejor tenerte por un instante a no tenerte nunca.

 

Hay vínculos que el tiempo no es capaz de romper, porque los lazos que nos unen no se rompieron, porque te acompañe sin estar del todo consiente de ello, porque en verdad en algún momento me fundí con el tiempo y me convertí en presente, uno que no se escurre entre las manos, y que no entiende de minutos, horas, ni instantes, solo se mantiene ahí sin inmutarse, inmóvil, y procurando no notarse, así te acompañe hasta hoy que pudimos hablar después de tantos días perdidos.

 

Y fue para decirte que no me ido, ni lo haré mientras haya tiempo.

jueves, julio 08, 2010

Antier cumplí los 33

No lo puedo creer, ya llegue a la edad enigmática para mi, siempre me pregunté que estará haciendo cuando tenga 33, ahora que los cumplí la repuesta sería, eres un tipo normal, bueno más flojo que el promedio, con un sueldo miserable, con una obsesión por la mujeres con piernas bien torneadas, y pechos prominentes, aunque te has enamorado de una mujer flaca, que tiene diez años menos que tu, pero que ha vivido más cosas a sus 23,  que hace los años que le llevas no sean relevantes en cuanto a su experiencia; también respondería, no lo has hecho del todo mal, si bien desperdiciaste varios años sumergido en la depresión y el desencanto, te has perdido de muchas cosas por el miedo.

Tu forma de ser tan introvertida te aleja de mucha gente, pero a aquella a la que dejas entrar normalmente, te tiene en buen concepto, creo que no intentas abusar de tu fuerza, aunque para una batalla real te sabes débil. Tienes una enorme paciencia y es difícil que te salgas de tus casilla, y esto te lo ha dado precisamente tu forma de ser, no has podido conformar un liderazgo como el que desearías pero ahí la llevas.

En cuento a a lo profesional ahí su eres un rotundo fracaso. No te graduaste, y hace diez años que saliste de la carrera, sin embargo no estas del todo mal, aunque te gustaría tener una carrera más en la academia, y en la política, todavía no te llegan los éxitos, y ya necesitas uno con urgencia.

Y las relaciones sentimentales, están fuera de orbita, no se porque te empeñas en involucrarte en relaciones complicadas, y de las que hasta ahora no se han consolidado. Pero bueno esperemos que haya aprendido algo estos años, y los 33 sean un buen periodo.

Todo lo guarde para hoy.

Trate de no pensar en ti, de no dejarme llevar por nada de lo hicieras, me dije, ¡esta mujer no pasa!, ni con toda su coquetería, ni con toda su dulzura, está mujer, no me hará perder la cabeza, no pensare en ella, no me importará lo que le suceda, simplemente no dejaré que me envuelvas.

 

Inútiles esfuerzos por alejarte del pensamiento, por tratar de no dedicar mi tiempo en pensar en ti, se esfumaron al primer abrazo, ante la revelación transparente de tus lagrimas, se desvanecieron todos mis muros con la franqueza de tu risa, trate de postergar lo más que pude la agonía de no tenerte, intente que no me afectara dejar de verte pero no he podido.

 

Que remedio, solo queda aceptar la tristeza, vivirla con dignidad, intentar que no embargue por completo la existencia, que no me haga ver la vida como una vil y cruel enemiga; sino, como la oportunidad única de sentir, de adentrarte en un sentimiento, como el que ahora mismo me llena, como el que me absorbe por completo, que me acompaña, que a hecho más grande mi tragedia. Esa que no sería tan importante si te tuviera conmigo.

 

Sin embargo e de aceptar que te temo, porque conozco bien la dimensión de mis celos, de antemano se que nos resistiría al ya sentirte mía, que siguieras siendo como eres; coqueta y libre, no podría soportar que abrazaras al alguien más como lo haces conmigo, que te rieras con otro, y menos que te sentaras en su regazo, eso no lo soportaría.

 

Pero entonces ya no serías tu, dejarías de ser el alma libre de la cual me enamoré, dejarías de hacer lo que te place, y si te adoré es por ser como eres.

 

Al final parece que no es del todo malo que no estemos juntos, que pese a que la barrera que puse entre ambos se precipitó al vacio, fue suficiente para que ahora mismo, no me sienta perdido, a pesar de que ya no te veré ni estaré a tu lado, esto se parece mucho a una ausencia deseable.

 

Solo puedo decir que admiro tu valentía, que me sedujo tu gracia natural, que me excito tu presencia, que me enternecieron tus lagrimas, que me hicieron feliz tus bromas, que deseo que no se borre esa sonrisa que llevas como tatuada todo el tiempo, te pido que hables más con tus papas, ¡que por Dios Santo! les hagas un poquito de caso, continua cuidando de Lupita, no le des nalgadas (taxcalazos).

 

Que todo lo que te propongas salga bien, y ni modo no todos tenemos la suegra que queremos, así que te pido que aguantes un poco más que al final, como siempre un respuesta has de encontrar, por eso eres la razón con patas ¿o no?.

 

No sé que más pueda decirte. Me gustaría estar más inspirado, y con más practica, pero no se ha podido. Mereces unas mejores líneas, pero esto es lo que hoy ha salido, lo que he dejado que salga, no entiendo porque pero apenas hace unos días que no te veo, y no me siento a gusto.

 

Cambiaste muchas cosas, pensar en ti no me dejó trabajar como lo tenía planeado, estar al pendiente de ti reoriento mis prioridades, y me llevó a un camino al cual no quería llegar, ahora no se como encontrar la ruta de vuelta.

 

Deseo dejarte ir sin mayores problemas, con mis bendiciones y buenos deseos, aunque al final sé que solo te seguiré extrañando.

 

Por lo pronto nos vemos, no se cuando y donde pero nos veremos.

sábado, abril 17, 2010

Olvidandonos

No he tenido tiempo para escribir sobre la belleza de vuestros ojazos negros, ni de la fuerzas de tus manos, ni de la mirada que doblego mi voluntad mi me tiene a estas horas pensando en encontrar tu mirada, en acercarme a ti con la única intención de hacerte mía, sin excusas, sin explicaciones, sin miedos.

Quiero tenerte hoy a mi lado, quiero dejar de pensarte, deseo con ansias locas abrazarte con la misma fuerza de la última vez. Como sabiendo que no iba a ver una ocasión nueva. Te escribo ahora entra las tinieblas del olvido, con pecho hinchado de pasión, con la mirada puesta en nuestro rincón preferido, con el corazón hecho un nudo, con el miedo de quien pone el epitafio final de su jornada.

En medio de la profunda noche tu recuerdo no me deja solo, somos tu y yo, en el misma orilla del olvido, juntos, como cuando sabíamos que era la última vez que nos veíamos, y nos abrazamos, resignados, llenando nuestros corazones del necesario olvido.

lunes, marzo 15, 2010

¿Porqué ver el triunfo sobre la desgracia del otro?

 

Llevo unos días preguntándomelo, de ¿donde proviene esta podrida y desvalijada satisfacción?

Quizás sea proporcional a agravio recibido, si tu te has sentido en alguna forma ofendido por una persona, su fracaso en algún momento, se transforma en un momento de jubilo para ti, por que crees en ese instante tus penas han sido redimidas por las fuerzas del destino, o por Dios, como en mi caso.

 

Pero pensándolo un poco mejor, (no sin un esfuerzo extraordinario previo) resulta un falso consuelo, ya que al final, lo que se comprueba con el fracaso de ambos, es nuestra ejemplar incapacidad.

 

Aunque me duela admitirlo, cuando se fracasa tan someramente, no puede ser obra de una sola persona, creo que debí admitir mi incapacidad antes de sentirme tan agraviado por una decisión, y no refugiarme en el falso consuelo de que al final mi teoría triunfaría y la incapacidad de mis inquisidores quedaría manifiesta.

 

Lo que triunfo, no fue ni la voluntad divina, ni la supremacía de mi teoría, sino la empecinada realidad, que nos puso a cada cual en nuestro respectivo lugar, ese donde la ignominia señorea con fervor.

 

Ahora a ver si tengo la capacidad de colaborar para abandonar este lastimero lugar, solo espero que el paisaje no comienze a gustarme sobre manera, y la comodidad haga estragos en mi voluntad, por lo menos el día de hoy sin  tengo ganas de abandonar el lugar.

 

Ya veremos mañana, con otro sol, y en otro tiempo.

sábado, marzo 06, 2010

Hay cosas que te alimentan el alma

Así me siento hoy con el alma alimentada de belleza y de buenos ejemplos; pudo ser un día cualquiera, peor aún pudo haber sido uno frustrante, pero no fue así, afortunadamente, existieron pequeños detalles que sirvieron, para que el día de hoy fuera uno en donde me iré a la cama con el alma satisfecha, hinchada de esperanza.

Vi dos buenas películas, Los amantes del circulo polar, y una parte de Invuctus; pero lo mejor fue la hermosa tarde en donde la neblina cayo suave y lentamente sobre el paisaje y se enseñoreo de el, lo cubrió, me gusta mucho ver como va comiéndose de apoco los arboles, el horizonte, el cielo, los tejados, los cerros, y solo permite que vayas descubriendo las cosas conforme te acercas a ellas, una hermosa tarde nublada.

Pero lo mejor del día aparte de el “guatape de camarón” cortesía de mi abuela, fue la sacudida de conciencia que me brindo Denis Dresser en la conferencias que ya compartí en una entrada anterior a esta.

Hay momentos que te marcan y se vuelven un referente, a los que volverás en el futuro para coger confianza, valor o ánimos, u para tener presente la enseñanza. Hoy siento que aprendí algo que me será de gran utilidad en la vida diaria.

En lo personal me cuesta mucho no sentirme superior a los demás, y hoy me bajaron las ínfulas. Y que bueno.

Desde hace mucho vengo oyendo de la liberación femenina, de los abusos hacia las mujeres, del machismo, y de la violencia a las mujeres. Pero no le había tomado la profundidad que merece, se me pasaba de largo el problema, como que yo no era parte de el, como que era el problema de alguien mas, asumiéndome como magnánimo incapaz de hacer uso de la fuerza, o del poder para abusar de una mujer. Lo cierto es que estoy bastante lejos de ser magnánimo, y todavía más lejos de no ser parte de un problema.

La verdad soy más machista de lo que me atrevo a reconocer, y he abusado de mi fuerza y de mi poder, y también he visto a la mujer como un mero objeto; dejando a un lado la enseñanza que recibí en casa, en la cual quien mandaba portaba faldas para ir a buscar el sustento. Provengo de un hogar mantenido por una mujer, tengo una hermana y una abuela que se hizo cargo de mi.

Pero eso no me ha detenido de ningún modo para no ser influenciado por el machismo, pese a que he recibido el mejor de los ejemplos, pese a la crianza recibida, algunas veces insulte, maltrate, grite, manoteé, no he llegado al extremo de golpear a una mujer, no, pero eso de nada vale, si de maltrato y abuso se trata.

No hace falta asestar un golpe, ahora entiendo que he sido cómplice de los muchos golpes recibidos por las mujeres, lo soy, por no ayudar, por no denunciar, por creer que si tenía la cara morada y el labio partido era por que se lo merecía, por cusca, o por haber ofendido al marido o cualquier otra escusa. Justificar la violencia a final de cuentas.

Y es que el ego muchas de las veces nos ciega, creemos que nuestras novias, esposas, o compañeras, nos pertenecen, producto de un resabio en nuestro cerebro reptilico, que nos empuja a la territorialidad, y a la imposición del poder a base de la fuerza bruta.

Sin embargo esos resabios cavernícolas no son escusas, ni justificantes de la violencia con nuestra eternas compañeras, tampoco podemos escondernos detrás de la cortina de la testosterona, y adjudicar nuestro comportamiento violento a la producción de esta hormona, ya que como dice Denis, lo fundamental en el futuro hombre, es su educación, la forma en que le enseñemos a convivir con las mujeres; es importante que se le enseñe a usar su fuerza de manera conveniente, ayudarle a luchar con sus demonios internos, a dominar a la bestia sedienta de venganza, asistirle a superar los impulsos de su cerebro primitivo. Enseñarle a manejar sus emociones, a sobre llevar sus problemas, y a entender al otro para conocerse a si mismo.

El camino para la igualdad es muy largo aún, nos costará mucho trabajo a los machistas superar estas etapas primitivas que nos dominan, afortunadamente tenemos poderosas aliadas que están dispuestas a tendernos una mano, tomados de ellas, tenemos la fuerza y el coraje para intentar ser un poco más dignos de ellas.

Conferencia Denis Dresser, día internacional de la mujer

Nuevo Laredo Tamaulipas, 6 de marzo de 2010.

Una conferencia que nos invita a pensar, sobre el papel de las mujeres en nuestra sociedad, y de como su plena inclusión es condición necesaria para alcanzar el país desarrollado y justo que queremos.

jueves, febrero 25, 2010

Tus lentos pasos.

Tus lentos pasos, tu frágil cuerpo, tu voz delgada, pero con la curiosidad de siempre, con las mismas añoranzas de hace unos ayeres, con tu sonrisa franca, y tu humor simple.

En tus ojos aún se percibe el entusiasmo por llegar al ver el horizonte, por descubrirle formas a las nubes; como cuando lo hacías juntos a tus hermanas tumbadas sobre la hierba, y soñaban con algún momento del futuro, ese que ahora es un punto en el pasado.

Cuantos anhelos reunidos, cuantas noches en vela, cuanta ropa lavada, cuanto esfuerzo sudado, cuanto trabajo acumulado guardan tus manos.

Nada te preparo para el cansancio, tu carácter indómito no lo permite, no se rinde, no lo acepta, tu corazón rechaza el veredicto del tiempo, y desafías nuevamente al destino.

Sigues cumpliendo con tu destino, de la única forma en la que sabes hacerlo, con el mismo coraje de la la niña de 13 años que sembró un mango, ahora eres la abuela a veces testaruda que no cesa de tratarnos como niños, que reclamas, y gritas a la menor provocación, pero que ríes con la misma facilidad.

Continuemos pues con el recorrido y  veamos que sorpresas hay en el camino, que nuevas cosas verán tus ojos, veremos con que te vuelves a sorprender.

jueves, febrero 11, 2010

Platicas con la abuela

 

 

Pese a que con los abuelos de repente te parece que ya has escuchado unas mil veces la misma historia, pero de repente en el relato salen detalles que no habías atendido. Hoy  uno que me anima a escribir esto, aunque para ser francos de lo que llevo escrito, y sobre todo de la forma en que estoy escribiendo no creo que le vaya hacer la justicia suficiente. Porque de verdad esto desato mi imaginación en el momento, pero a la hora de ponerlo en papel (en bytes), pues la idea gestada en la mente y las emociones que desato no se reflejan del todo.

 

Todo comenzó por que mi abuela me preguntó si ¡¿había unos retoños de ciruelos?; pues uno que esta junto a la pileta de la casa ya ha comenzado a florecer, le dije que no. Ahora ella quiere sembrar algunos en el descuidado patio trasero de la casa.

 

Esto la hizo recordar de cuando era una niña de 12 años, sembró un mango, justo a la orilla de la cerca, junto a unos platanares en la casa donde pasó su infancia, al ver su expresión apuntando y su mirada como si en ese instante lo estuviera viendo, fue como si nos hubiéramos traslapado en un viaje en el tiempo, y ella pudiera ver el lugar donde planto ese árbol de mango, por ello me fue imposible no verlo junto con ella, quizás no tan claro, pero si pude ver la cerca y los platanares y en el medio una tierna mata verdusca de mango. También vi a la niña de 12 años en los ojos de esa anciana de 77 años. El entusiasmo y la ilusión se reflejan fielmente en el brillo de una mirada.

 

Me dijo “A los tres años de sembrado me pude comer un mango de ese árbol”, “Dio un ramillete de mangos”. Y volví junto con ella a ese lugar ahora con una mata ya convertida en una arbolito, con unos cuanto frutos colgando de sus frágiles ramas, y a una adolecente de 15 años estirando los brazos para alcanzar esos primeros frutos, la recompensa por los cuidados, y la paciencia. Y casi al mismo tiempo pudimos sentir el olor de esos deliciosos frutos.

 

Ella mientras tanto juntaba las manos como si tuviera el mango entre sus manos.

 

Me intriga como podemos tener recuerdos tan claros, tan vividos, como si el tiempo transcurrido entre el relato y el hecho apenas hubiera sido un suspiro.

 

Mañana a comprar mangos porque a mí se me antojo uno con chile piquín.

martes, enero 19, 2010

Falso Consuelo

Me mueve al falso consuelo, el de creer que puedo sentir los mismo que tu, de pensar que puedo entender lo que ahora mismo sufres. Me engaño, pues no es a mí al que le duele la abertura en las carnes apestosas y podridas, no son mías las herida de la cara, no soy yo quien lleva al hijo muerto, caminando por entre los otros cuerpos inertes y mal olientes, los cuales no han tenido la suerte de que alguien les arrastre al camposanto.

Testigos inertes de la catástrofe, son los que recuerdan el único consuelo fiable, una salida efectiva al infierno de la tragedia, son los muertos deshonrados los que llaman a unírseles, a dejar la lucha por la vida y sucumbir.

Para alguien más muy seguramente para el que a palos se ha hecho del control de las calles, y de las cosas, recibe de los mismo muertos un mensaje diferente, el mensaje de la sobrevivencia, de la lucha, de que debe de seguir más allá de lo que sus fuerzas son capaces, o terminara irremediablemente en la misma ignominia, y su cuerpo se corromperá como el de miles que se descomponen a campo raso.

Tu miseria, tu muerte, tu deshonra, deberían ser las mías, pero no lo entiendo así, porque pese a que las imágenes me llegan en aluviones informativos, tus heridas no las siento, tu asfixia no la entiendo, con tu dolor me conmuevo, me lleva a tomar el teléfono y darle algo de consuelo a mi consciencia, no llega para más.

Y es que no entiendo que tu miseria es la mía, o que lo será irremediablemente, que tu desesperanza me deshonra, y es más grande que la que llevan los miles de cuerpos que pueblan las calles, que la miseria en la que te mueves es la mía, que tu hambre será la mía, y que no se entender el mundo de otra forma que no sea, la de ver las cosas desde mis perspectiva, desde el individualismo que me envuelve, y no me deja ni si quiera ahora, ver tu miseria como la mía. Como la miseria y la desesperanza de mi especie, de nuestra raza humana, que no se trata solo de ti, o de los tuyos, sino de nosotros y los nuestros.

Que es hoy cuando a ti te toco ver como tu mundo y en lo que creías se derrumbaba frente a ti, o sobre de ti, pero que quizás en algún momento, también mi mundo se caerá, y mis esperanzas serán sepultadas en sus escombros como ahora ocurre contigo.

La diferencia entre tú y yo, es que puedo ver como luchas, como corres, como caminas, cubres tu boca de los corrompidos olores de los numerosos cuerpos, y avanzas, te sobre pondrás, y al final sobrevivirás, por que llevas mucho tiempo haciéndolo, surgirás, renacerás, mientras que yo querido amigo, no hago otra cosa más que corromperme, como los miles de cuerpos a tu alrededor, no avanzo, me anquiloso, me vuelvo de crepito, y al final seré sepultado no por la ruinas de mi miseria, sino por el peso descomunal del edificio de mi soberbia.

Veme ahora compadeciéndome de mí, cuando quien necesita del consuelo y la ayuda eres tú, nosotros.

martes, enero 05, 2010

Confianza.

En que otra cosa puedes basar las esperanzas sobre lo que vendrá, que no sea la remota confianza, de que las cosas te saldrán mejor la próxima ocasión. No hay mucho que agregar la confianza se basa en la fe, y en la experiencia; nada da más confianza que el conocimiento, saber que tenemos la capacidad para hacer frente a la circunstancias.

¿Por que escribo sobre esto?. En unos días enfrentaré algunas circunstancias que demandarán como nunca de toda mi confianza. Y tengo la suficiente para encarar el reto, sin embargo estoy actualmente en ese momento de la duda, en el que te preguntas si vale la pena, tomar el riesgo.

 

Durante los días de fiesta en los que el trabajo quedo a un lado, parte del tiempo lo emplee en pensar si valía la pena hacer lo que pretendo. Apostar mi seguridad actual, por una aventura que no es mía del todo, y que se presenta con un halo de incertidumbre.

 

Sé que es la única posibilidad que tengo de hacer lo que me gusta, sé que me topare con unas costumbres y una inercia que me presentaran enormes dificultades, lo peor será tratar con todos esos egos moviéndose a la vez, con un solo objetivo, el de aplastar al otro.

 

Me costo trabajo definir mi resolución, pero he decido no esperar más, este es el mejor momento para hacerlo, si no estoy lo suficientemente preparado, pues sufriré las consecuencias de mis debilidades, pero si con lo que tengo basta para alcanzar mi meta, si no me arriesgo, nunca lo sabré.

 

Así que acopiar dosis de confianza.