jueves, julio 21, 2011

Si esta fuera una noche con inspiración.

Si esta fuera una noche inspirada, ah que cosas te escribiría; es una noche donde el cansancio de varios días y de muchas cosas se acumula, a lo lejos me parece escuchar el poder de tu llanto, me gustaría mucho que esta fuera una noche en donde pudiera escribir cosas dignas de ser leías en unos años, tiempos en los que te hagas preguntas profunda, en donde tus emociones te sumerjan o te atrapen en mundos desconocidos, momentos en que necesitará saber algunas cosas, quisiera que estas palabras sirvieran, lo cierto es que no es una noche con mucha inspiración, es más bien una de esas noches donde te preguntas cosas, en las que prefieres estar a solas, tan a solas que solo quiere escribir sin atinar sobre que.

Solo añoro una noche inspiradora para decirte cosas, pese a que no sé que cosas deba decirte, por donde empezar a explicarte lo que tus ojos curiosos buscan todas las mañanas, lo que tu llanto comunica, o lo que tus risas provocan en los que te rodeamos ahora. En una noche, o en una mañana inspiradora te diría tantas cosas; quizás empezaría por explicarte que una estrella calienta nuestro planeta hogar, y gracias a su luz hay vida, que es una estrella madura en su edad media, unos 5 mil millones de años un poco más vieja que tu padre; si eso que ilumina el cielo es una estrella, como otras tantas que destellan en una noche despoblada de nubes y neblina.

Seguramente llegará el momento en que preguntes ¿que es el sol?, y tu mamá y tu papá te lo explicarán, sino bueno pues entonces te lo explicara tu tío, quien escribe a estas horas cosas que quisiera decir de mejor manera, como las que se dicen en una noche inspiradora, y como no hay cosa más inspiradora que el universo, te hablaría seguramente de las cosas que he leído por ahí sobre este lugar en donde habitamos por unos instantes.

No soy quien contestará tus preguntas, ni quien te guiara o educará, porque soy tu tío, el encargado de consentirte y malcriarte, pero si esta fuera una noche inspiradora encontraría la forma de explicar lo que en realidad deseo decirte.

Que basta con mirarte un rato para sentir esperanzas, que no se que pasará en un tiempo, pero que ahora mismo es momento de disfrutar tu etapa de bebe, solo lo serás por un breve tiempo, luego ya andarás por tu cuenta.

Has traído contigo muchas emociones, esperanzas, y a tus padres ya no les queda espacio en la cara para sus ojeras; pero vale la pena que estés entre nosotros, que la vida será un momento breve en las historia del universo y que es fascinante que hallamos coincidido por un instante de ese tiempo.

Te quiero mucho Leonardo ¡Buenas noches!.

 

viernes, julio 08, 2011

Palabras ocultando ideas.

Poco he intentado poner en letras de lo que me pasa en los últimos días, o mejor dicho poco he puesto en letras para que los demás lo lean, este espacio es para que quede expuesto a cualquiera lo que escribo, y en estos días he procurado escribir para mi, para tratar de ser total y absolutamente honesto, ¿después de todo no me interesa engañarme a mi mismo?.

Sin embargo no he conseguido el objetivo de la honestidad absoluta, hay cosas que no me atrevo a decirme a mi mismo, y menos a ponerlas en papel, o en espacios electrónicos. ¿Qué es ese pudor que me impide revelarme ciertas cosas guarecidas en lo más recóndito de mi mente?, ¿Si es que ese lugar existe?.

¿Cuantas formas hay de esconder las cosas? Quizás este escrito sea un intento de esconder un algo en un doble fondo, que las palabras que supuestamente están destinadas a revelar algo, en realidad tienen el propósito de sellar ese algo profundamente, sin permitir que por ningún resquicio se asome una verdad con su cara dolorosa, fea, cruel, e indeseable. Palabras buscando esconder pasiones, ideas, bestialidades, orfandad, miseria, miedo, desesperanza.

A lo mejor es un intento de salvación, tratar de llevar a la mente a vericuetos despreciables, para que entre una idea despreciable y otra, se confunda, se pierda y desista de su terquedad por saber lo que le acongoja.

A veces da miedo saber que es lo que más duele, o que mal nos aqueja, pues de antemano sabemos que de ser ciertas nuestras conjeturas el padecimiento no tiene remedio alguno, y tener la certeza de estar infectados de ello, nos sumerge en el más profundo de los miedos.

La mente se defiende como puede, y hace todo lo que esta a su alcance para mantener un poco de eso que llamamos cordura, o al menos eso es lo que creemos. La locura me asusta, en especial cuando parece mucho más placida que los intentos de cordura.

La razón se me pierde en este momento en el horizonte, como en el preámbulo de una confesión terrible, pero mis dedos no obedecen, y cierran por ahora su salida a la luz, su transmutación en letras; aunque cada día es más difícil mantener la mente callada.