sábado, abril 17, 2010

Olvidandonos

No he tenido tiempo para escribir sobre la belleza de vuestros ojazos negros, ni de la fuerzas de tus manos, ni de la mirada que doblego mi voluntad mi me tiene a estas horas pensando en encontrar tu mirada, en acercarme a ti con la única intención de hacerte mía, sin excusas, sin explicaciones, sin miedos.

Quiero tenerte hoy a mi lado, quiero dejar de pensarte, deseo con ansias locas abrazarte con la misma fuerza de la última vez. Como sabiendo que no iba a ver una ocasión nueva. Te escribo ahora entra las tinieblas del olvido, con pecho hinchado de pasión, con la mirada puesta en nuestro rincón preferido, con el corazón hecho un nudo, con el miedo de quien pone el epitafio final de su jornada.

En medio de la profunda noche tu recuerdo no me deja solo, somos tu y yo, en el misma orilla del olvido, juntos, como cuando sabíamos que era la última vez que nos veíamos, y nos abrazamos, resignados, llenando nuestros corazones del necesario olvido.