sábado, noviembre 28, 2009

Me gustaría

Me gustaría tenerte como aquella noche, entregada por completo, encontrándonos en cada caricia, retomando la cumbre del gozo, tomando pedazos de alma del otro con cada profundo respiro, quedando extasiados, saciando nuestras infinitas ganas de amar, cumpliendo los caprichos del otro, insertos en nuestro espacio, perdidos en una abreviatura del tiempo, desafiando, los sentidos.

Instantes de placer, de locura, de miedo, de razones encontradas, de momentos desesperadamente tiernos; dejando la razón al lado de la cama, entre los zapatos y las sandalias; sin importar lo de afuera, a sin temer que la tormenta arrecie, y amenace con llevarse los cimientos de nuestra casa a otra parte.

Me gusta cuando somos tú y yo, sin tapujos, sin testigos, sin miradas extrañas. Cuando la complicidad nos secunda y no hay nada más que hacer, es suficiente dejarse arrastrar por las ganas.

Quisiera tenerte cerca como en esas tardes, del verano más caluroso de nuestras vidas, jugueteando entra las sabanas, tomando enserio nuestros impulsos, y dando rienda suelta a lo que pedían los cuerpos.

No te tengo más; extraño mucho la mirada de complicidad que me regalabas, cuando el torbellino de nuestra pasión dejaba de girar.
Te confienso que te extraño mucho.

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