sábado, octubre 31, 2009

Sin atinar un estilo

Hace unos días ya un mes, decidí abrir un nuevo blog, en donde pusiera todo lo que creo sobre los temas de la economía y la política en los que creo.
La actual discusión del paquete fiscal me llevó a replantear mis criterios y postulados económicos, son un ferviente creyente de la libertad empresarial, laboral, y en general de la libertad económica. Comulgo más con las ideas que apuestan a la reducción del estado, y a fortalecer su papel como regulador, y proveedor de certeza jurídica, asistencia social, y seguridad. Antes de creer en su papel como proveedor de innovación, desarrollo, o generación de servicios como la electricidad, o su papel como productor de petroleo. Esto último pese a que me pongan ejemplos como los de las grandes empresas estatales petroleras en todo el mundo, todas ellas por cierto asociadas con importante empresas privadas.
Ahora en el planteamiento de la ley de ingresos que envió el ejecutivo se proponía la creación de uno que iba a ser generalizado y que gravaría el consumo con una tasa de 2% sin excepciones; lo que en definitiva constituía el primer paso para poder reducir la elusión fiscal.
No paso, y lo que quedo es un alza en el IVA y al ISR este últimos casi como venía planteada por el ejecutivo salvo, que se incrementaba el umbral de los afectados, de tal forma, que los que no sufrirán el incremento son aquellos contribuyentes que ganen menos de 10 mil pesos mensuales.
Todo el paquete se basaba en una sola consigan aumento de impuestos, y procurar aumentar la recaudación porque el petroleo ya no nos alcanza para cubrir todos los gastos.
Tenemos que tapar el hoyo que dejo nuestra indiferencia, estamos pagando los costos de nuestra dejadez, de nuestra incapacidad para llegar a acuerdos, y para haber planteado una reforma fiscal, tan restrictiva como esta en tiempos de bonanza, y no como hoy apurados por la crisis aprobando y apoyando un paquete fiscal, de emergencia.
Pero no nos podemos quedar aquí, una vez superadas las prisas, y con el poco aliento que nos ha dejado esta crisis, abra que entrar en una discusión de una reforma fiscal, que trate de darle viabilidad a las finanzas nacionales, y aquí ojalá nadie se nos eche para atrás.
En lo personal ha sido difícil la defensa de la propuesta del gobierno, pero he entendido la precariedad de la situación y del contextos. Lo aprobado no es la panacea, pero en algo aliviara las finanzas nacionales, y ahora también se abre la discusión para orientar el gasto público y darle un mejor uso a los dineros de los mexicanos.
Apuesto por una reducción de la burocracia, y una modernización del gobierno federal, y al mismo tiempo de los gobiernos estatales y municipales, porque la burocracia a crecido en todos los ordenes del poder.

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