sábado, diciembre 18, 2010

Tiendo a la depresión.

Soy un tipo que tiende a la depresión, un padecimiento que va perdiendo gloria, pues ya se esta volviendo más rutinario y común que un resfriado, y ya nos están chic decir, soy depresivo, ni tan poético, aunque no tiene el menor rastro de poético no querer saber nada de la vida, y entregarse por completo al más terrible de los letargos, no es algo que quisiera repetir, aunque se que irremediablemente en algún momento me sentiré mal, y volverán los días llenos de oscuridad, mientras tanto, disfrutaré un poco sonriendo, y soñando.

Ojalá escribir me sirva de algo, por lo menos a pasar la horas con menos zozobra, con algo para hacer, el trabajo que implica esforzarme por encontrar palabras, y que estas estén los menos mal escritas posible, pensar en los errores en su utilización, en lo pobres que son, en como una y otra vez las reciclo para repetir la misma idea, para darle vueltas a algo; pero creo que ya estoy divagando, quizás mi mente en un acto de sobrevivencia me obliga a poner mi atención en otras cosas, pero no por ello dejo de sentir que me hace falta, esta es una confesión escapada del alma, interpuesta por mi mente, que se ha dejado envolver por su imagen, y es inevitable ni siquiera en medio de una disertación sobre la escritura pensar en ella (mi bella señorina). Pero sacar su recuerdo entre líneas, me ayuda, como que libera cierta pesadumbre, aunque no estoy escribiendo para ella, quizás algún día lea esto, por lo menos que quede como referencia, lo mucho que la quiero.

No sé que va a pasar si uno de estos días me da un adiós definitivo, que signifique el veredicto final de nuestra relación, no se hasta donde me lleve mi depresión, por ahora trato de no pensar en ello, pero espero, que las letras me salven un poco de esa terrible condena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario